¿Cuáles son las causas de los trastornos de la erección?

Cualquier factor que afecte a uno o varios de los elementos que intervienen en la erección pueden ser causa de disfunción eréctil (impotencia). En líneas muy generales, nos referimos a causas orgánicas cuando se alteran los vasos, los nervios o los cuerpos cavernosos del pene y a causas psicógenas cuando el origen se halla a nivel del cerebro.

Independientemente de que puedan existir factores psicógenos desencadenantes de la disfunción eréctil (depresión, mala relación de pareja, problemas laborales, etc.), los problemas de erección de cualquier índole pueden crear un “bloqueo” del cerebro que agrava la situación.

Dentro de las causas orgánicas, las más frecuentes son las que afectan a los vasos sanguíneos dificultando la entrada o el mantenimiento de la sangre en el pene. Ello puede ser debido a obstrucciones (arterioesclerosis), traumatismos o lesiones de las arterias.

Dado que el pene es como un gran vaso sanguíneo, comparte todos los factores de riesgo de la enfermedad cardiocirculatoria (colesterol alto, tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes, obesidad). En muchas ocasiones, el estudio adecuado de la disfunción eréctil permite detectar por primera vez enfermedades tan importantes como la hipertensión arterial, la diabetes u otras enfermedades cardiovasculares. Las arterias del pene son muy pequeñas en comparación con las arterias coronarias que irrigan el corazón. Por esta razón, las arterias del pene se pueden obstruir antes de que lo hagan las arterias del corazón. Al detectar una disfunción eréctil de tipo vascular se puede prevenir una enfermedad vascular que en el futuro podría acabar afectando al corazón.

Determinadas enfermedades, traumatismos u otras lesiones de los nervios también pueden originar disfunción eréctil. Una situación frecuente es la que tiene lugar cuando se realiza una extirpación completa de la próstata por cáncer. En estos casos es muy difícil que no se lesionen los nervios de la erección que se hallan adheridos a la próstata.

Hay una gran cantidad de fármacos (antihipertensivos, antidepresivos, etc.), drogas y otros tóxicos que pueden afectar a la erección al actuar a diferentes niveles.

La edad avanzada por si misma no es una causa de disfunción eréctil, no obstante, la edad comporta la posibilidad de que existan enfermedades (hipertensión arterial, arterioesclerosis, etc.) con los consiguientes tratamientos  que puedan afectar a la función eréctil.

Hay enfermedades como La Peyronie que originan una fibrosis (endurecimiento) de las cubiertas del tejido de la erección (túnica albuguínea) que pueden dar lugar a curvaturas del pene y a disfunción eréctil.

La disminución de la testosterona afecta mayormente al deseo sexual, pero también puede influenciar negativamente en la erección.

Aparte de las mencionadas, existen otras enfermedades y problemas, conocidos o no, que pueden afectar a la erección.